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Mostrando entradas de 2015

La partícula de la tierra

Somos entes transportándonos sobre metal, Sobre piedra artificial, Sobre tierra de recuerdos, Que se desvanecieron al nacer. Somos el polvo del pavimento Entre grietas de urbanidad. Silencios que aguardan La gota que dense el espíritu O el viento que sople la muerte. Somos la copia dependiente de un molde defectuoso La mirada desviada ante la tortura La parálisis que confundimos con tranquilidad.

oįɘqƨƎ / Espejo

oviv oįɘqƨɘ lɘ nɘ obɒɿɿɘɔnɘ γoɈƨƎ ƨɘlɘϱnɒ ƨol ɒ nɒniϱɒmi  ɘƨ omoɔ lɒɘɿ γ .ƨoįɘlʇɘɿ ƨol noƨ omoɔ on γ   .ɘɿiɒnilloqA ɘmυɒlliυӘ- .ɿɒlɘvɘb ɒiɿboq ɒɔnυn ɘυp oiɿɘɈƨim nυ ɒɿƎ .ɒllɒ ƨɒm ɒdɒɈƨɘ ɘυp ol ɘb ɒiϱɘɈoɿq ɘm o obnυm lɘb ɒdɒɈimil ɘm oįɘqƨɘ lɘ bɒbilɒɘɿ nɘ iƨ ɿɘdɒƨ liɔiʇib ɒɿƎ .ɒɿɘnoiƨiɿq ɒinɘɈnɒm ɘm obɒɿυϱυɒ nɒidɒʜ ɘm ɘυp lɒɈƨiɿɔ lɒ ɘɈnɘɿʇ ˎoįɘqƨɘ lɒ ɘɈnɘɿʇ ƨɘɔnoɈnɘ ɘɿɒq ɘM .oʜɔib nɒidɒʜ ɘm ƨonɘυƨ nɘ ɘυp ol ɿɒmɿiʇnoɔ ɒiboq ɘm oloƨ omƨim lɘb ɒiɔnɘƨυɒ ɒl γ ˎυɈiɿiqƨɘ lɘ ɒdɿυɈɿɘq ɘυp obinoƨ lɒ ˎɘɈnɒƨɘɔni ɒiɔnɘloiv ɒl ɒ ˎonɘɔƨdo obiυɿ lɒ ɒbɒɿdmυɈƨoɔɒ ɒdɒɈƨƎ …ƨɘʜɔɒd ɿoq ɒbɒɿoɔɘb lɒɿɈnɘɔ ɒbinɘvɒ ɒl nɘ obɒllɘqoɿɈɒ lɒ ˎɘllɒɔ ɒl nɘ noiƨυɔƨib ɒl ɒ ˎonɒįɘl oɿɒqƨib lɒ ˎɒiɔnɒlυdmɒ ɒnυ ɘb oɔibɒɿoqƨɘ obiυɿ lɒ ɒbɒɿdmυɈƨoɔɒ ɒdɒɈƨƎ .bɒbɒbilɒɘɿ ɒnυ ɿɘƨ ɒiboq nɘid bɒbilidiƨoq ɒl ɘυp ɿɒƨnɘq oziʜ ɘm γ odɿυɈɿɘq ɘm ɘυp lɘ lɒniɈɒm oiɔnɘliƨ lɘ ɘυᆿ !obiɔυl onɘυƨ lɘb ɒɿdO¡ !ɒɈƨilɒɘɿɿυƧ¡ ʕoįɘqƨɘ nυ nɘ ɒbɒɿɿɘɔnɘ ɿɒɈƨɘ¿ ;ɘɈnɒƨɘɿɘɈni ɒdɒɈlυƨɘɿ oϱɿɒdmɘ niƨ bɒbilidiƨoq ɒ⅃ .ƨɘɈnɒɿɿυƨυƨ ƨɘlɘϱnɒ nɘ ɿɘɘɿɔ on ɒ obɒnɘƨnɘ

Muerte en el bosque de Amparo Dávila #2: El huésped

A grandes rasgos el cuento El huésped de Amparo Dávila gira alrededor de la presencia de un huésped traído a casa por el protagonista de la historia. La historia se sitúa en un pueblo con poca comunicación en una casa donde vive una pareja con dos hijos y una empleada doméstica con su niño. Los motivos por el cual el jefe de la familia decide llevar a casa a el huésped no se mencionan en el relato, pero si la constante inclinación a favorecerlo por encima de su mujer ("Es completamente inofensivo"). Mis impresiones de la historia. Probablemente la idea de leer sobre una mujer quejándose del huésped que llevó a su marido a casa no suena muy interesante, pero basta llegar a la tercera línea para quedar completamente enganchado a la historia. En primer plano resalta su infelicidad con su matrimonio y el distanciamiento con su marido (contrario a lo que podríamos pensar sería una familia pueblerina.) Por otra parte roles tradicionales se llevan a cabo (el hombre trabaja y

Poesía hueca

Imagina la siguiente situación: Un hombre joven publica en sus redes sociales: ¿Quién quiere que le haga un poema? Una típica chica de shorts cortos que apenas cubre su zona intima, una blusa rosa pastel con flores, cabello largo ondulado y excesivo labial rojo-oscuro dice yo. Más tarde, encuentras un “poema” que habla sobre su belleza, sobre cuanto la ama, sobre cuanto se compara con el cielo y se merece los elogios y admiración de todos.   Podrá parecer un título agresivo para comenzar un texto, pero después de meditarlo un buen rato no pude encontrar mejor calificativo para este tipo de obras que pueden ser encontradas en grupos de escritores independientes. Cabe destacar que no estoy afirmando que los poetas emergentes o independientes sean malos, porque hay varios que son estupendos y que me parece que merecen las publicaciones y exposición a los medios que varios autores mediocres tienen actualmente. Existen sin embargo personas que creen que basta con hilar un par de pal

Diana Cartena

Esta es la cuestión con Diana Cartena: es una mujer de límites. No conozco una faceta de su vida en la que no tenga preestablecido una restricción, a excepción de escuchar a Barry White; Tengamos sexo anal sin condón, pero que va, que hacerme una puñeta es demasiado. Comamos en la calle a diario, pero el viernes en la noche sopa de vaso calentada en el microondas. Me miento cada mañana diciéndome que cuando la conocí era diferente, pero ya me acabé las excusas. Debe ser la muerte de su cachorro, aunque pensándolo bien trabaja demasiado . Antes de conocerla jamás había probado el alcohol ni tenía idea de cómo prender un cigarrillo. Ahora cada veinte minutos se me nubla la vista del humo y me hago pedazos la garganta. Ya no me es suficiente el dinero para solventar mis distracciones. A Diana se le olvida que yo también tengo límites. Esta es la cuestión con Diana Cartena: era una mujer de límites.