La letra no es mía. Salió disparado el trazo de la pluma que
pulula entre mis dedos, pero la letra no es mía, jamás lo fue, ni lo es, ni lo
serán las palabras que aparecen en el papel. Y es que, fue difícil entender,
pero la letra ajena, la letra secuestrada que se forzaba paso entre mi mano era
sólo el principio. Ni la letra, ni la palabra, el pensamiento, el suspiro
ahogado, la sangre corriendo en la vena o el alma que afirmaba tener eran mías.
Era (siempre lo fue) no mía. Jamás fui el nombre portado, ni nada que
identificaba como yo, era yo. Soy sólo el cuerpo de una letra que no es mía.
Xalapa es magia, Xalapa es surrealismo: Memorias del 9no curso de creación literaria para jóvenes Xalapa 2017.
Para Cristina, Guillermo y Maribel. Me fui de Mexicali, con un padre en casa, para el primer día conocer a un poeta experimental cuyos versos estaban fuera de este universo. El segundo día me maravillé con la catedral y las luces de la ciudad desde mi ventana. ¡Y la lluvia! ¡Cuánta agua! No había conocido la lluvia hasta pisar Xalapa. El tercer día lamenté mi suerte, el abandono lejano. El cuarto, quinto y sexto conocí México a través de las letras de otros; vislumbré el futuro, reconocí el pasado, Hablé de publicar -y de los que ya han publicado- tras pisar los mismos pasillos que yo en la facultad de letras españolas. El séptimo día fue el de la introspección, del autoexilio que me llevaría a reconocer la imperiosa necesidad de bailar y sentirme emocionada por un desfile callejero. Vi la tradición de mano con Spiderman; Al folclor y a Darth Vader al ritmo de un cumbión Ese día me vi reflejada e
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